Las fuerzas militares sudanesas, dirigidas por Abdel Fattah Al-Burhan, dieron un golpe militar el 25 de octubre de 2021, en el cual disolvieron el Consejo Soberano y el gobierno, declararon el estado de emergencia y comenzaron a aplicar una nueva situación de transición en la que los militares tiene el mando y el control totales.

Este golpe de Estado se produce en medio de una crisis política que culminó en la intensificación del conflicto entre las dos partes del cuerpo gobernante, los militares y los civiles, que formaron el Consejo Soberano, que tomó el poder tras el derrocamiento del régimen de Bashir por una revolución popular (la gloriosa revolución de diciembre de 2018).

El pueblo sudanés ofreció su vida para hacer un cambio real que garantice la paz, la libertad y la justicia, por ello, el movimiento del componente militar se considera una evasión de los acuerdos políticos y que, desde el primer momento, contradice el camino revolucionario y las aspiraciones de las y los sudaneses y sus fuerzas revolucionarias, incluido el Partido Comunista Sudanés.

Las organizaciones abajo firmantes mientras acompañamos con profunda preocupación lo que está ocurriendo en Sudán, declaramos:

• Condenar este descarado golpe militar que pretende monopolizar el gobierno y volver a la tiranía y la opresión que sufren los pueblos de Sudán y sus componentes étnicos, religiosos y culturales.
• Subrayar nuestra absoluta solidaridad con el pueblo sudanés y sus fuerzas políticas, sociales y civiles revolucionarias que, junto con las masas, dirigen un amplio movimiento contra el golpe y la junta militar corrupta, descendiente del régimen de Al-Bashir, que arrojó a Sudán al seno de los ejes regionales reaccionarios, normalizó las relaciones con el enemigo sionista y continuó el mismo rumbo basado en la dependencia, el empobrecimiento y la explotación.
• Reiterar nuestra confianza en el pueblo sudanés libre, que tiene una gran experiencia de lucha contra sus amargas experiencias con los golpes militares. El gran pueblo sudanés se rebeló contra el dictador Ibrahim Abboud en octubre de 1964, y se rebeló contra el tirano Jaafar al-Numeiri y Hassan al-Turabi, hasta llegar a Omar al-Bashir y los llevó a todos por el camino de la consecución de sus profundas aspiraciones de liberación y emancipación nacional y social.
• Hacemos un llamamiento a todas las fuerzas progresistas del mundo para que apoyen al pueblo sudanés y a sus fuerzas revolucionarias en la lucha por un Sudán libre, democrático y justo. También hacemos un llamamiento a todos los defensores de la libertad para que lancen campañas de solidaridad y actúen para presionar a sus gobiernos para que no reconozcan al régimen golpista.