En defensa de la democracia en Brasil y en el mundo, contra el fascismo

La democracia en Brasil está bajo ataque, como demuestran los intentos golpistas de la extrema derecha en desestabilizar el gobierno de Lula da Silva, democráticamente electo por millones de brasileños. Alertamos que no se trata de un hecho aislado, sino es parte de un movimiento internacional de la extrema derecha financiado por sectores del capital que buscan eliminar por completo los derechos conquistados por la clase trabajadora en un siglo de luchas.

El pasado domingo, 8 de enero, la capital brasileña, Brasilia, fue invadida por cientos de partidarios del expresidente Jair Bolsonaro, que ingresaron en el Congreso Nacional, las sedes de la Presidencia de la República y de la Suprema Corte y destruyeron el patrimonio público, bajo el reclamo golpista y fascista de intervención militar. Al mismo tiempo, Bolsonaro se encuentra en los Estados Unidos, en un asilo informal, ya que el gobierno estadounidense no cuestiona su estadía en el país. 

El presidente Lula, sus ministros, el Congreso y la Suprema Corte reaccionaron frente al golpismo y anunciaron medidas de investigación y responsabilización de los golpistas y sus financiadores, demostrando la cohesión en defensa del Estado Democrático de Derecho.

Las acciones perpetradas por la extrema derecha y las fuerzas fascistas en Brasil forman parte de una tendencia global que pone en disputas las actuales formas de gobierno bajo la democracia representativa buscando desconocer el derecho al voto y la participación popular.

Los hechos recientes en Brasil y en otras partes del mundo deben servir de alerta para las organizaciones y movimientos populares de izquierda. También nos convoca, los pueblos del mundo, en la centralidad de la defensa de la democracia, la urgente necesidad de profundizarla con el protagonismo de nuestros pueblos hacia la soberanía popular.

Los movimientos populares, sindicatos, partidos y organizaciones sociales dentro y fuera de Brasil se movilizan en defensa de la democracia y contra el golpismo, teniendo como ejemplo las manifestaciones de calle en cientos de ciudades del país, como las ocurridas el lunes, 9 de enero, que levantaron la palabra de orden de “sin amnistía”, para que los golpistas sean juzgados y cumplan su sentencia.

Más de 200 organizaciones de todos los continentes reunidas en la  Asamblea Internacional de los Pueblos (AIP), nos unimos al pueblo brasileño en la lucha por la democracia y el voto popular, y condenamos los intentos golpistas de la extrema derecha y el fascismo contra el pueblo. Convocamos a los pueblos, las organizaciones populares y socialistas, y las fuerzas democráticas del mundo a la más alta priorización de la lucha internacional en defensa de la democracia y la soberanía popular.

#NãoAoGolpismo #EmDefesaDaDemocracia #SemAnistia

#DemocraciaParaSiempre