En solidaridad con la lucha de la juventud marroquí

En las últimas semanas, Marruecos ha sido testigo de una escalada sin precedentes de protestas populares lideradas por jóvenes, estudiantes, sindicatos y organizaciones juveniles, que denuncian el deterioro de las condiciones de vida y la erosión de los derechos sociales. El aumento constante de los precios de los alimentos y los productos básicos, la crisis de la educación y la salud públicas y el crecimiento del desempleo han alimentado una ola de indignación en todo el país. Lxs manifestantes exigen medidas urgentes para garantizar el derecho a la educación, a atención de salud gratuita y de calidad, a trabajo digno y al respeto de las libertades políticas y sindicales.

En este contexto, las calles de Marruecos fueron testigo de convocatorias de protestas y manifestaciones el sábado 27 de septiembre de 2025, en las que se denunciaba el deterioro de las condiciones y la falta de respuesta de las autoridades a las demandas populares. Las protestas fueron reprimidas con violencia por las fuerzas de seguridad, lo que agravó aún más la situación y provocó que las manifestaciones se extendieran con mayor intensidad. Las detenciones arbitrarias, la violencia excesiva y la falta de comunicación indican que las autoridades marroquíes no tienen ninguna solución para la situación actual y, en cambio, recurren a la violencia con la esperanza de que las protestas se apacigüen.

Los manifestantes denunciaron la incapacidad de las autoridades para establecer prioridades: en un momento en que se necesitaba presupuesto para atender salud, educación y empleo de la ciudadanía, se gastaron miles de millones en la organización de eventos deportivos como la Copa Mundial de Fútbol, acompañados de expropiaciones de tierras que desplazaron a familias y desviaron presupuestos a asuntos secundarios.

El hecho de que las autoridades hayan construido en un solo año un estadio que cumple todas las normas internacionales, pero que durante décadas no hayan sido capaces de construir hospitales que cumplan los requisitos básicos de dignidad humana, demuestra tanto su incompetencia como su desprecio por la vida de lxs ciudadanxs marroquíes.

Las reivindicaciones de quienes se manifiestan van más allá de la crisis social inmediata. Han esbozado una plataforma que incluye:

  • Educación: defender el derecho a una educación pública gratuita y de calidad; detener la privatización y garantizar la autonomía de las universidades.
  • Salud: reforzar los servicios de salud pública, garantizar el acceso gratuito a los hospitales y los medicamentos, y detener el desmantelamiento de los hospitales públicos.
  • Empleo: crear puestos de trabajo dignos para jóvenes y graduadxs; poner fin a los contratos precarios y al desempleo masivo.
  • Costo de la vida: reducir los precios de los alimentos, el transporte y la energía; controlar la especulación y proteger el poder adquisitivo de trabajadorxs y campesinxs.
  • Justicia social: invertir en las regiones rurales y obreras marginadas; garantizar la igualdad y la protección social para todxs.
  • Libertades: respetar las libertades sindicales, políticas y estudiantiles; liberar a todxs lxs activistas detenidos y poner fin a la represión.

Muchas organizaciones estudiantiles y sindicales también han denunciado las restricciones a las libertades, afirmando que la ola de detenciones demuestra la intención del régimen de silenciar las voces de la oposición en lugar de responder a las demandas legítimas.

“La juventud y los sectores democráticos y progresistas afirman que esto forma parte de las políticas más amplias del régimen del Makhzen, que tienen por objeto desmantelar los servicios públicos y reprimir los movimientos democráticos. Ante esta amenaza inminente, hacen un llamamiento a todxs lxs jóvenes y a todas las fuerzas progresistas vivas para que participen de forma activa y masiva en la lucha, en defensa de la educación pública, la salud, el derecho a una vida digna y las libertades sindicales y políticas”, afirma el comunicado de los partidos progresistas y las organizaciones juveniles.

Nosotros, como Asamblea Internacional de los Pueblos, expresamos nuestra plena solidaridad con las luchas y reivindicaciones del pueblo marroquí, al tiempo que condenamos la violencia utilizada contra las legítimas protestas populares.