Rashed Khan Menon: Un año de persecución política contra un líder de la liberación de Bangladés

A los 81 años, Rashed Khan Menon representa décadas de compromiso inquebrantable con la lucha democrática de Bangladés. Nacido en 1943, Menon se ha desempeñado como presidente del Partido de los Trabajadores de Bangladés y fue elegido al parlamento en cinco ocasiones, representando distritos desde Barisal hasta Daca durante más de cuatro décadas.

Su trayectoria política comenzó en la década de 1960 como presidente de la Unión de Estudiantes de Pakistán Oriental, donde defendió ideales revolucionarios contra la ley marcial. Especialmente en 1990, jugó un papel de liderazgo en el movimiento de masas que derrocó a la dictadura militar del general Ershad, testimonio de su lucha de toda la vida contra el autoritarismo.

Menon se desempeñó como Ministro de Aviación Civil y Turismo, presidente de comités permanentes del Parlamento, y sobrevivió a un intento de asesinato casi fatal en 1992, cuando hombres armados dispararon contra la oficina de su partido.

La crisis política que sacudió a Bangladés

El 5 de agosto de 2024, el gobierno de Sheikh Hasina fue derrocado en lo que se describió como un levantamiento estudiantil-popular. En realidad, los hechos mostraron las marcas de un cambio de régimen meticulosamente orquestado, influenciado y respaldado por el “estado profundo” de Estados Unidos. Aunque públicamente se presentó como un movimiento espontáneo por la reforma, el resultado benefició principalmente a dos fuerzas reaccionarias: la derecha religiosa y el imperialismo estadounidense, con el apoyo tácito de ciertos regímenes derechistas de Medio Oriente.

El ascenso de la derecha religiosa en Bangladés tiene una historia larga y calculada. Durante la Guerra de Liberación de 1971, muchas de estas fuerzas se opusieron activamente a la independencia, colaborando con el ejército de Pakistán y cometiendo atrocidades contra el pueblo. Después de 1975, con el asesinato de Bangabandhu Sheikh Mujibur Rahman, los regímenes militares y cuasi-militares sucesivos rehabilitaron a estos sectores, otorgándoles espacio político, plataformas mediáticas y control sobre instituciones educativas y religiosas.

La lucha de liberación de 1971 y la arduamente conquistada emancipación de Bangladés están nuevamente bajo asalto —ideológico, político y cultural. La herencia progresista del Bangla —su identidad cultural laica, la armonía religiosa y las tradiciones de pensamiento democrático— está siendo socavada.

La injusta persecución de un estadista anciano

El 22 de agosto de 2024, Rashed Khan Menon fue arrestado en su residencia de Gulshan en Daca, a la edad de 81 años. La federación sindical de su propio partido subrayó su “delicada salud”, afirmando que “no debe convertirse en víctima de una vendetta política”.

Los cargos son profundamente preocupantes: Menon ha sido acusado de estar implicado en muertes de manifestantes, a pesar de no tener ningún papel administrativo en el gobierno en ese momento y de haber apoyado, en realidad, las demandas estudiantiles de reforma de cuotas. Aún más alarmante, tanto Menon como el político Hasanul Haq Inu fueron agredidos físicamente por abogados durante audiencias judiciales.

Partidos de izquierda y organizaciones de derechos humanos han condenado estos arrestos como “venganza política”, subrayando que ni Menon ni otros líderes perseguidos ocuparon cargos oficiales en el gobierno durante las protestas. Los casos forman parte de una campaña sistemática contra voces progresistas que han pasado décadas luchando por la democracia y la justicia social.

A los 81 años y con una salud frágil, el encarcelamiento de Menon representa no solo un ataque contra un hombre, sino contra los principios mismos de la justicia, la dignidad humana y la liberación de Bangladés. Su arresto envía un mensaje escalofriante sobre el futuro democrático del país y sobre la continuidad de su largo camino hacia la liberación.

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