DECLARACIÓN DE NIAMEY
Solidaridad con los pueblos del Sahel: Por la unidad antiimperialista, la paz y la amistad entre los pueblos
21 de noviembre de 2024
Participantes de diversas partes del mundo –Américas, Asia y África– asistieron a la Conferencia de Solidaridad con los Pueblos del Sahel. Este evento fue organizado por la Organización de los Pueblos de África Occidental (WAPO, por su sigla en inglés) y la secretaría de Panafricanismo Hoy (PAT, por su sigla en inglés) y tuvo lugar del 19 al 21 de noviembre de 2024, en el Centro Internacional de Conferencias Mahatma Gandhi de Niamey. Su lema fue: “Por la unidad antiimperialista, la paz y la amistad entre los pueblos”. Tras la conferencia, emitimos la siguiente declaración:
I. Contexto internacional
El mundo se enfrenta a una crisis multidimensional al borde de una tercera guerra mundial, caracterizada por las acciones agresivas y ofensivas de las potencias imperialistas lideradas por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN. Estas potencias llevan a cabo acciones que señalan su declive, como ordenar masacres y genocidios en Gaza y Líbano e inflamar las guerras desde Ucrania hasta el Sáhara Occidental y Sudán. Incitan a múltiples acciones provocadoras en el Sudeste Asiático, mantienen un bloqueo ilegal de más de seis décadas contra Cuba e imponen sanciones al pueblo venezolano como parte de su tiranía global.
Como participantes en la Conferencia de Solidaridad con los Pueblos del Sahel, condenamos enérgicamente estos actos, que consideramos combustible para una posible tercera guerra mundial a gran escala. Consideramos a Estados Unidos y a sus aliados de la OTAN responsables de estas acciones y exigimos el cese inmediato de las atrocidades en Gaza y Líbano, el fin de los bloqueos contra Cuba y Venezuela, y el cese de las provocaciones imperialistas en todo el mundo, por la paz de la humanidad.
II. Contexto africano y atención específica a la región del Sahel
1. Hace 140 años, el 15 de noviembre de 1884, 14 potencias coloniales europeas lideradas por el canciller alemán Bismarck se reunieron en Berlín para repartirse el continente africano en su beneficio. Tras siglos de explotación de decenas de millones de trabajadorxs africanxs mediante la esclavitud, estas naciones europeas ocuparon físicamente África para explotar sus ricos recursos naturales.
2. Durante esta división, Francia y el Reino Unido reclamaron las mayores porciones de África Occidental. Francia llegó a controlar grandes partes del Sahel, quedándose con las regiones desérticas supuestamente menos fértiles, mientras que el Reino Unido ocupó las regiones más fértiles y pobladas de África.
3. Aunque se libraron heroicas luchas de liberación y se obtuvieron importantes logros, la independencia de los años sesenta no se tradujo en una verdadera soberanía, especialmente para las colonias francesas. Las naciones de la Alianza de Estados del Sahel (AES) permanecieron atadas como “cercamientos franceses” en África, donde todos los aspectos de la soberanía, desde la moneda y la defensa hasta los recursos naturales, estaban controlados por Francia a través de gobiernos títeres coaccionados por una presencia militar permanente. La explotación continua convirtió a los llamados Estados africanos francófonos en unos de los más pobres del mundo, con Níger como ejemplo conmovedor.
4. Los recientes golpes de Estado en Mali, Burkina Faso y Níger se derivan de la incapacidad de los gobernantes para proteger a sus naciones de la agresión imperial francesa y de su cultivo de fuerzas terroristas. Esto incluye la connivencia y complicidad de los anteriores gobiernos con los terroristas en las masacres contra la población. Estos golpes también reflejan el descontento generalizado y la exigencia de un cambio sustancial en estos países.
III. Apoyo a los pueblos resueltos y a los líderes de la Alianza de Estados del Sahel
1. Elogiamos a los gobiernos que salen de los recientes golpes de estado por adoptar medidas patrióticas para reclamar la soberanía política y económica sobre sus territorios y recursos naturales. Estas medidas incluyen poner fin a los acuerdos neocoloniales, exigir la retirada de las fuerzas francesas, estadounidenses y otras fuerzas extranjeras, y emprender ambiciosos planes de desarrollo soberano.
2. Nos sentimos especialmente alentados por la formación de la Alianza de Estados del Sahel por parte de estos países. Este movimiento revitaliza el legado de los líderes panafricanos y representa un paso concreto hacia la verdadera independencia y la unidad panafricana.
3. Estos gobiernos gozan actualmente de un amplio apoyo de su ciudadanía, que impulsa y se une en torno a estas acciones revolucionarias. Esta unidad es crucial para alcanzar ideales democráticos y patrióticos y constituye un modelo de desarrollo al que aspiran otras naciones africanas.
En conclusión, aunque queda mucho por hacer para la liberación completa de los Estados del Sahel, somos optimistas en cuanto a que estos gobiernos, si siguen escuchando a sus pueblos, cumplirán sus objetivos de liberación nacional total y contribuirán al objetivo más amplio de un África unificada y libre.
Estamos junto a las fuerzas populares y revolucionarias del Sahel en su lucha por la soberanía plena y total. Partimos de Niamey con el compromiso de defender los avances que el pueblo ha logrado en el Sahel y de unir a las fuerzas internacionalistas de todo el mundo con este objetivo.
¡Viva el patriotismo, el antiimperialismo y el panafricanismo!
Francia y aliados, ¡retirada!
Los y las participantes.