SOLIDARIDAD CON LA JUVENTUD ITALIANA EN SU LUCHA POR LA EDUCACIÓN
En la madrugada del 12 de mayo, la policía italiana detuvo a 11 jóvenes activistas en la ciudad de Turín por su participación en las protestas relacionadas con la muerte en el trabajo de dos estudiantes de secundaria.
Las protestas multitudinarias de los estudiantes italianos que cuestionan el sistema educativo a servicio de fines privados y sus consecuencias fatales, así como el silencio del Ministerio de Educación, tienen la respuesta brutal y violenta del Estado italiano, que reprime a las protestas, y persigue y encarcela a los jóvenes activistas y a organizaciones políticas.
Frente a este escenario, como la Asamblea Internacional de los Pueblos, nos solidarizamos con la juventud italiana en sus luchas legítimas por el derecho a la educación, al trabajo digno y a la vida. También condenamos la represión del Estado italiano y exigimos la inmediata libertad de los 11 jóvenes detenidos.
Lea abajo la declaración de Potere al Popolo:
Injusticia italiana: medidas cautelares contra estudiantes activistas. ¡Libérenlos a todos!
La mañana del 12 de mayo tuvo lugar en Turín una fuerte operación policial contra los estudiantes y jóvenes que participaron en las movilizaciones contra las prácticas obligatorias de los últimos meses.
Se han dictado 11 medidas cautelares entre prisión, arresto domiciliario y obligaciones de firma a compañeros muy jóvenes por los sucesos del 18 de febrero. Entre ellos se encuentran también algunos de nuestros compañeros. Extendemos nuestra máxima solidaridad y cercanía a todos los afectados.
A continuación, intentaremos explicar lo que hay detrás de esas movilizaciones que se han producido hasta el día de hoy [12 de mayo] y el contexto en el que se produjo esta acción represiva.
En los últimos meses en Turín, al igual que en decenas de otras ciudades, los estudiantes han sido los protagonistas de numerosas ocupaciones de instituciones y momentos en las calles para impugnar un modelo de educación sometido al lucro y un modelo de escuela cada vez más corporativizado que provocó, en apenas un mes, la muerte de dos estudiantes en programas de prácticas laborales obligatorias. Tras la muerte de Lorenzo Parelli y Giuseppe Lenoci y el vergonzoso silencio del Ministro de Educación Bianchi, la demanda y la lucha para exigir la abolición del PCTO [Programa de Prácticas Laborales Obligatorias, por su sigla en italiano] y la dimisión del propio ministro se han hecho aún más urgentes.
Como fuerza política hemos apoyado y participado en aquellos esfuerzos que han expresado decididamente nuestro rechazo no sólo a este modelo de educación sino también al gobierno de [Mario] Draghi y a aquellos partidos que desde la derecha y la izquierda han introducido las prácticas laborales obligatorias y han desmantelado la educación pública pieza a pieza, dejando el campo libre a los particulares y permitiendo que los estudiantes sean utilizados como carne de cañón por las empresas y por Confindustria [la Federación Industrial de Italia]. Esta última, el 18 de febrero, como en otras ocasiones, fue de hecho reconocida como una de las instigadoras del asesinato de Lorenzo y Giuseppe y, añadiríamos, también responsable de esas miles de muertes en el lugar de trabajo durante la pandemia, cuando, para Bonomi [una empresa italiana], la productividad no podía detenerse ni siquiera ante los vagones del ejército cargados de cadáveres.
Al mismo tiempo, también se ha producido un recrudecimiento de la represión, con representantes de las fuerzas del orden cargando sin piedad contra los estudiantes que protestaban por la muerte de dos de sus compañeros, tanto en Roma como en Turín: una represión sin precedentes que hoy da un salto más al revelar un nuevo frente interno y que también nos muestra la gestión criminal del orden público en esta ciudad dirigida por el centro-izquierda.
El clima en el que vivimos es muy pesado. En nombre de la democracia se destina el 2% del PIB a gastos militares, se envían armas a Ucrania y se hace un llamamiento a la guerra y al intervencionismo, mientras que los estudiantes mueren en prácticas laborales obligatorias y están continuamente expuestos a riesgos debido a los recortes en el bienestar y la educación, las condiciones de los jóvenes y de las clases trabajadoras empeoran día a día y se detiene a quienes protestan para conseguir un cambio.
Estamos codo con codo, ayer como hoy, con los estudiantes y jóvenes afectados por la represión y denunciamos enérgicamente las responsabilidades políticas de nuestros gobiernos nacionales y municipales.
La represión no detendrá nuestra lucha. Queremos a nuestros compañeros libres lo antes posible.